La industria del mecanizado por decoletaje
Como ya sabemos, el mecanizado por decoletaje es un procedimiento de fabricación de piezas que consiste en ir eliminando material de barras cilíndricas o en rollo (de metal o plásticos), con lo que se consiguen piezas torneadas.
Para ello se utilizan diversos tipos de máquinas, tornos, tanto automáticas (tornos CNC) como semiautomáticas. El material en bruto se introduce en la zona de fabricación (el taller) y es trabajado en una serie de máquinas-herramientas que, tras todo el proceso, lo cortan.
Este proceso de tratamiento permite obtener piezas más o menos complejas, de formas y tamaños distintos, y con precisiones variables.
La larga historia del decoletaje
El mecanizado de piezas por decoletaje no es una actividad moderna, sino que cuenta ya con casi tres siglos de historia.
Las crónicas nos revelan que a principios del siglo XVIII, Claude-Joseph Ballaloud, proveniente de una familia de relojeros de Saint-Sigismond, pueblo en las alturas de Cluses (en la Alta Saboya francesa), hacia 1715 fue se trasladó a la ciudad de Nuremberg para perfeccionar su arte.

A su regreso, en 1720, transmitió sus conocimientos a los agricultores y artesanos de la zona, lo que los capacitó para la fabricación de pequeñas piezas de relojería, que serían vendidos a las fábricas de Ginebra. Esta actividad les ofreció un ingreso adicional como complemento invernal de los trabajos agrícolas.
En 1773, año de la muerte de Claude-Joseph Ballaloud, se cuenta con cerca de un millar de personas dedicadas a esta actividad en el valle del Arve.
De esta forma la artesanía del trabajo del metal se intensificó, dando lugar a una nueva profesión, hasta llegar al decoletaje industrial.
Transmitido de generación en generación, esta nueva actividad se extendió por los valles cercanos.
Poco a poco la profesión se fue extendiendo, organizando y estructurando de forma progresiva. La industria relojera va creciendo por todo el territorio francés, y llega un momento en que cuenta con 115 relojeros establecidos en 16 municipios.
En 1848, el Firmin Guy (alcalde de la ciudad) construye la Escuela Real de Relojería tras un pavoroso incendio que asoló la ciudad, que provocó que los relojeros perdieran sus talleres y su maquinaria y útiles. Más tarde se convertiría más tarde en la Escuela Nacional de Relojería.
Su influencia hizo pasar rápidamente a la industria relojera de la artesanía a la industrialización. El torno a pedales fue reemplazado por el torno automático con levas, movido por la fuerza del agua.

Evolución del mecanizado por decoletaje
Así nacieron las técnicas de decoletaje, que han indo evolucionando hasta nuestros días con el advenimiento de la mecatrónica.
La industria del mecanizado ha experimentado tres etapas básicas desde el siglo XIX hasta la actualidad.
- Los tornos manuales: pequeñas tornos torres nacidos de fabricación de piezas para relojería y tornos de mayor tamaño llamados tornos de barras, que se dedican a diversas actividades.
- Los tornos de levas: los movimientos de la mano son reemplazadas por la «magia de las levas», mecanismos inteligentes que constituyen un ingenioso tesoro.
- Los tornos CNC, la tecnología actual, cuando las «levas mágicas» dan paso a la «magia del ordenador.»
La rápida difusión de la electricidad y la eclosión de nuevas industrias que requieren el uso de piezas metálicas progresan rápidamente dando nacimiento al decoletaje, que con ocasión de la Primera Guerra Mundial, conoce una reconversión hacia piezas de mayor diámetro destinadas a la fabricación de armamento.
Del decoletaje a la mecatrónica
Los «buenos tornos de levas» conocieron sus días de gloria entre 1925 y 1970 aproximadamente.
Si el periodo entre las dos guerras mundiales marca la reconstrucción de la economía y la expansión de los medios de transporte, de electrificación y de la comunicación telefónica, durante los 30 años que van de 1945 a 1975, la industria del decoletaje conoce un auténtico éxito.

Hoy en día, aunque el parque se ha reducido drásticamente, debido a algunas de sus características, los tornos de levas siguen siendo máquinas de actualidad.
Tras una breve aparición de máquinas electromecánicas alrededor de 1965, híbridas entre sistemas mecánicos y electrónicos, no es hasta 1975 cuando vemos aparecer las primeras máquinas que podemos considerar de control numérico CNC.
Los años 1980-1990 ven cómo se acentúa la europeización del decoletaje francés y su apertura hacia nuevos mercados en Alemania, Países Bajos, Gran Bretaña, Italia, España, mientras que comienza la penetración de este tipo de industria en los Estados Unidos.
Es el preludio de la globalización, que empieza a tomar forma a lo largo del último decenio del siglo XX. La exportación se convirte entonces en una de las palabras claves de esta actividad, y constituye el pilar fundamental de algunas empresas de decoletaje.
Esta tecnología mediante programación, resultado del progreso de la motorización, electrónica e informática seguirá evolucionando hasta nuestros días.
Más levas, más palancas, más engranajes ruidosos: estas máquinas flexibles, precisas, tranquilas y muy cómodas de usar, literalmente han revolucionado la profesión, su fisonomía y el estado de ánimo del sector.
La Mecatrónica
La Mecatrónica, combinación de una informática de alta tecnología y de una mecánica de alta precisión, va a poner al servicio de la industria del mecanizado su impresionante rendimiento, llevando sus posibilidades a los límites de lo imaginable.
Gracias a ella, el decoletaje tradicional se ha convertido en una de las actividades con exigencias más severas, satisfaciendo con éxito una demanda creciente de componentes de alta tecnología.

La evolución de los talleres y las herramienta de trabajo, por una parte, el impulso de poderosos compradores, como la automoción, por otra, serán los principales actores de esta mutación.
Hoy se habla mucho más de calidad total, de flexibilidad, de nivel de servicio, que de decoletaje, incluso aún cuando éste último constituye todavía la base de todo el trabajo.
En Kuzu Decoletaje no solamente nos hemos adaptado a los tiempos, con la incorporación de tornos CNC de última generación, sino que nos mueve la fiabilidad, respuesta y conocimiento.